Voy a decirlo. Esto está lleno de monstruos. Los estamos creando nosotros. Al monstruo de la violencia ya le vimos las patas el 1-O. Muchos sentimos de cerca su aliento, es horrible, pero en realidad todavía no ha actuado. De ahí el terror que sintió tanta gente en la calle el pasado domingo. El monstruo de la violencia es devastador