Antes, cuando veía a alguien mayor hablando con su perro o gato como si este fuera una persona, pensaba que era una excentricidad, una anormalidad, un pequeño delirio que la sociedad admitía con complacencia porque lo interpretaba como causa de la necesidad de ahuyentar supuestos fantasmas de soledad, pero que el perro o gato no
No sé si le pasa a todo el mundo pero yo interpreto mi vida en clave cinematográfica. No es que consuma demasiado cine –no lo hago-, ni lea demasiadas novelas –hace tiempo que me cuesta leer ficción-, pero no puedo evitar verme a mí mismo como el protagonista de una película. En mi caso la
According to my experience, a creative project -be it a campaign, a film, a company or a product- can achieve success, a great success, or have at least a chance of achieving it, when it’s led by a single vision, a single person, or even by a team, but who can think and act as
En mi experiencia, un proyecto creativo -sea una campaña, una película, una empresa o un producto- puede alcanzar el éxito, un gran éxito, o tiene alguna posibilidad de alcanzarlo, cuando está dirigido por una visión única, liderado por una sola persona, o por un equipo de personas, pero que piensan y actúan como un solo
El ingeniero y economista estadounidense Stuart Chase describía en un delicioso libro, The Tyranny of Words, editado en 1939, la galería de criaturas extraordinarias que en aquellos momentos habitaba en el imaginario colectivo en los Estados Unidos. Aquellos eran tiempos convulsos, inseguros, en los que la gente se sentía amenazada por enemigos que no había